Ahora que ya lo has visto, compara los casos que hay en francés con los que hay en el resto de lenguas, o la cantidad de caracteres. Con esto sólo quiero decir que nunca debes darte por vencido y que cada vez que pienses que un idioma o cualquier otra cosa es difícil te acuerdes del mandarín, y verás que no es tan complicado. Y después del sermón, te deseo un buen día y que no te rindas nunca.
Hasta pronto :)
Por Emilio Pérez.
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